Mientras leia los capitulos 9-13 del Libro de Levitico, algo me llamo la atencion: "Ten cuidado con lo que comes." Pero la cosa no paro ahi, ya que seguia leyendo, la vocecita interna me decia con urgencia: "Vigila tambien la ropa que eliges." Estas palabras se convirtieron en señales luminosas, resaltando lo importante que es ser consciente no solo de lo que comemos, sino tambien de como vestimos.
Reflexionando esto, se formo en mi mente la imagen de cuando vamos a tiendas de segunda mano o cualquier otra tienda de ropa. ¿Al probarnos la ropa, cuantas veces pensamos en quienes lo usaron antes? Es un recordatorio impactante de que no sabemos quien mas pudo haber usado esa prenda. Esa persona podria haber estado enfrentando desafios de salud que desconocemos. Mi intencion no es asustarte, pero es un recordatorio para pensar estas cosas. En estos momentos lo mejor que podemos hacer es orar y confiar en que el Señor nos protegerá.
El punto culminante de este escenario que les acabo de compartir es que tenemos que incluir a Dios en todo, como nos aconseja Proverbios 3:6-8, va mas allá de nuestras elecciones de comida y ropa. Consagrar cada desición a Dios, como se nos recuerda en 1 Corintios 10:23-14:40, no solo en busca su gloria, si no que también invoca Su protección contra el mal. A veces pasamos por alto estos detalles diarios sin darles importancia debida, pero la Biblia es cómo nuestro manual de vida, soprendiéndonos con su sabiduria sobre lo que debemos comer y vestir.
Estas palabras no buscan eliminar nuestras vidas, sino mas bien actuar como recordatorios amorosos del Señor para protegernos de peligros que quizas no percibimos en el momento. Como dice el dicho: "En guerra avisada no muere gente," y atraves de textos como 2 Timoteo 4:2, reconocemos que Dios nos alerta con tiempo si estamos dispuestos a escuchar Su voz. Confiemos en Su guia mientras navegamos por las decisiones diarias, recordando siempre que El es nuestro protector y guia constante.
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